Viena

COMO LLEGAR

Tan solo dos horas y media nos separa de nuestra nueva aventura, desde el aeropuerto de El Prat (Barcelona) a nuestro nuevo destino, Viena.
La compañía aérea escogida fue Vueling en vuelo directo, por supuesto por la mañana para aprovechar nada más llegar el día.Esta compañía aérea ofrece puntualidad y sobre todo confortabilidad, no olvidemos que pertenece al grupo Iberia y a veces también te puedes encontrar un vuelo compartido, los aviones son bastante cómodos y la atención del personal es agradable, disponen de varios servicios como comida, bebida y tienda, siempre a un coste añadido.
Nosotros en nuestros desplazamientos utilizamos siempre transfer, es más cómodo y ganamos tiempo, pero para los que no tengáis esa opción siempre se puede llegar en transporte público y deciros que los hemos probado y son muy buenos, cómodos y puntuales.La distancia del aeropuerto al centro ciudad es de una hora veinte minutos y encontraréis un transporte cada media hora.




DONDE HOSPEDARSE

Hotel Eurostars Embassy, ubicado en Landstrasser Hauptstrasse 120, se encuentra muy cerca del Palacio de Belvedere, la zona es ideal para pasear, en ella encontraréis restaurantes, bares y tiendas.Las habitaciones son amplias, confortables y minimalistas, lo que hace que sea un hotel ideal para viajeros inquietos y joviales.El hotel no dispone del servicio de restauración pero justo en frente cruzando la calle se encuentra un restaurante donde podréis comer o cenar, si dispone de desayuno. Para los viajeros que lo deseen, el hotel dispone de habitaciones panorámicas, donde poder disfrutar aún más de esta preciosa ciudad.




MUSEO DE HISTORIA DEL ARTE

El Museo de Historia del Arte es uno de los primeros museos de bellas artes artes decorativas del mundo.Tiene por sede un palacio de la Ringstrabe, el edificio está coronado por una cúpula octogonal.El edificio se inauguró en 1891, al mismo tiempo que el Museo de Historia Natural por el Emperador Francisco José I de Austria-Hungría.Los museos tienen exteriores idénticos y se encuentran uno en frente del otro, flanqueados por la Plaza de María Teresa.Se construyeron para que pudieran albergar la gran colección de arte de los Habsurgo.
El edificio está coronado con una estatua de Palas Atenea, el interior del edificio está lujosamente decorado en mármol.Es uno de los museos más importantes de Europa, el cual alberga la mejor colección mundial de Rubens y varios retratos de Velázquez.
Verdaderamente el recinto donde se ubica es espectacular y a pesar de que estuvimos en invierno es encantador, seguramente en primavera o verano será un verdadero placer disfrutar de sus jardines.La diferencia notable de los edificios y que sirven para diferenciarlos, son las estatuas de sus fachadas, siendo diferentes dependiendo de que museo sea, haciendo honor a lo que alberga en su interior.
El precio de la entrada es de 16 euros.




PALACIO IMPERIAL DE HOFBURG

El Palacio Imperial de Hofburg está ornamentado en su exterior por la Plaza de los Héroes, este palacio es el más grande de la ciudad de Viena y fue la residencia de la mayor parte de la realeza austriaca.Lo consideraban el palacio de invierno, ya que disponían de otro para las temporadas de verano.El palacio alberga también el Museo de Sissi y los salones imperiales, se encuentra situado en la parte antigua de la ciudad, en el primer distrito a orillas del Danubio.
Aquí también se encuentra La Biblioteca Nacional de Austria, la cual es heredera de la antigua Biblioteca Imperial de los Habsburgo, alberga casi ocho millones de documentos.La biblioteca es de ámbito público y adquirió el nombre actual tras el fin del imperio.Lo más destacado de esta biblioteca sería seguramente todo, ya que encontraréis cosas sorprendentes de la historia desde tiempos medievales.
Nosotros en nuestra visita accedimos al exterior de la plaza, pasando por debajo de unas arcadas que dejan ver con todo su esplendor todo el recinto, la sensación de trasladarse a otra época es casi inmediata, ya que el edificio y los coches de caballos del exterior parecen sacados de otra época.
El precio de la entrada es de 13 euros.



PALACIO BELVEDERE

El Palacio Belvedere, conjunto palaciego de estilo barroco, se encuentra ubicado en la calle Príncipe Eugenio, 27.Se divide en parte superior y parte inferior, convertidos hoy en día en museos y de un tercero llamado Palacio Schwarzenberg, transformado en hotel.Los museos que albergan son el de Arte Barroco austriaco y el de Arte Medieval austriaco.El espectacular jardín que le precede es de los mejores modelos franceses e italianos, tiene numerosas esculturas y fuentes, invernaderos acristalados y las caballerizas donde se alojaban los catorce caballos más bonitos del príncipe.
Tras la muerte del príncipe Eugenio, el palacio fue adquirido por María Teresa I de Austria, quien le dio el nombre de Belvedere, por las bellas vistas que ofrecía de la ciudad de Viena, ya que este palacio fue construido en la afueras de la ciudad.
La firma del Tratado de Estado Austriaco tuvo lugar en este palacio en 1955 y significó la independencia después de la segunda guerra mundial.Verdaderamente el exterior de cualquier edificio de Viena viene siendo toda una belleza visual.
La entrada al palacio cuesta 22 euros.






CATEDRAL DE SAN ESTEBAN

Después de un intenso día por la ciudad y habiendo reposado una horas en el hotel, decidimos dar un paseo por la ciudad, ya en la noche nos dirigimos a descubrir la Catedral de San Esteban.Es la iglesia principal de la archidiócesis de Viena y la sede de su arzobispo.Situada en la plaza de su mismo nombre en pleno centro de la ciudad, la obra de este bellísimo edificio fue iniciada por Rodolfo IV de Austria y se construyó sobre las ruinas de dos iglesias anteriores.Evidentemente es el símbolo religioso más importante de Viena y ha formado parte de muchos eventos de la historia de Austria.El tejado del edificio y sus dos torres campanario es lo más destacado y que rápidamente os dejará impresionados.El templo dispone de pórticos de entrada llamados el de los Cantores, el de las Torres, el del Obispo y el Gigante.En la última obra realizada en la Catedral en el año 2000, dejaron al descubierto tumbas que fueron fechadas del siglo IV con la técnica del carbono.En el exterior veréis gárgolas que representan los malos espíritus.El espacioso recinto de la nave, es una de las más anchas de Europa.
Durante varios años se fueron ampliando y terminando varias fases de la Catedral, como la ampliación de la segunda iglesia románica hacia el oeste entre 1230 y 1245.En 1258 sufrió un incendio que destruyó gran parte de la parte nueva y fue reconstruida y consagrada el 23 de Abril de 1263 por el arzobispo Otto de Passau.
El aniversario se celebra con un repique de tres minutos de la Campana Pummerin.El estilo de la Catedral pasa desde el románico tardío a las ampliaciones góticas, que cedieron el paso a las ampliaciones barrocas dependiendo de las fases de la historia en las que se ha encontrado el templo.La catedral de San Esteban ha sido construida dentro de unos patrones que se rigen por la lógica de la época, por ejemplo las piedras provenían de Roma pues se creía que las piedras paganas santificadas quitaban el poder a los malos espíritus, varios detalles paganos también forman parte de los detalles de la Catedral, para dar a entender que había que respetar la fe cristiana.También hay simbología  numérica, como las partes en que se componen los ventanales, o el remate de la torre con doce pináculos que hace referencia a los doce apóstoles reunidos entorno a Cristo.
El tejado de la Catedral se componía de tres mil troncos, lo que equivaldría a un bosque de kilómetro  y medio cuadrado y que fueron sustituidos por 605 toneladas de acero provenientes de República Checa después del incendio que sufrió en 1945.
Lo cubren 230.000 tejas esmaltadas en varios colores, con un peso unitario de 2.5 kg., todas las tejas medirían 51 km. Dos clavos de cobre incrustados en argamasa los sujetan a los cabrios, las tejas se colocaron formando un dibujo de diez colores en zigzag interrumpidos por una franja de rombos.
En la torre de 136 metros había un reloj que fue desmontado entre 1860 y 1861 durante las labores de restauración y nunca fue repuesto, permaneciendo la torre sin reloj hasta nuestros días.La Catedral está considerada la más antigua de Viena y verdaderamente la pincelada que os damos es para que sepáis  que una visita rápida a este lugar no os será suficiente para admirar, contemplar y descubrir la infinidad de detalles que posee tanto en el interior como en su exterior, toda una obra de arte.
El precio de la entrada es de 5,50 euros.La zona donde se ubica es muy comercial y normalmente está llena de gente paseando o degustando algún trozo de tarta sacher en la terraza de un café.





IGLESIA VOTIVA

La Iglesia Votiva del Divino Salvador, es un templo de culto católico considerado por su estilo y belleza una de las iglesias más notables del siglo XIX.Fue mandada construir por Maximiliano de Habsburgo Emperador de México y hermano del Emperador de Austria, Francisco José I, en agradecimiento a dios después de un ataque mortal en 1853, tras este atentado se organizó una recolecta popular y se encargaron los planos.
De estilo neogótico, tomando como inspiración la Catedral de Colonia, su construcción empezó en 1853 y finalizó en 1879.Se inauguró el 24 Abril de 1879 en ocasión del Jubileo de Plata de los emperadores.Fue reparada varias veces después de las dos guerras mundiales
Las agujas gemelas de la fachada principal rozan los cien metros de altura.El interior se inspira mucho en las catedrales francesas, el altar se dedicó a la Virgen de Guadalupe en conmemoración al Emperador de México Maximiliano, se puede ver una vela de cuatro metros de altura por tres de diámetro y con un peso de 264 kg, llamada vela Bárbara del año 1930, se dice que la duración de esta vela si fuera encendida sería de cien años.
La iglesia se ubica cerca de la Universidad de Viena y la entrada es gratuita.



PALACIO SCHÖNBRUNN

El Palacio de Schönbrunn también conocido como El Palacio Versalles Vienés,es uno de los principales edificios históricos y culturales de Austria, desde el siglo XIX ha sido una de las principales atracciones turísticas de la ciudad de Viena.Este espectacular palacio ha sido escenario de postales, documentales y películas.El Palacio junto con sus jardines, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1996.En la época fue un pequeño palacio de caza para Maximiliano II, siendo destruido después, a raíz de ello el emperador Leopoldo I ordenó la construcción de un palacio para su hijo Jose I.Después Carlos VI no mostró interés por esta construcción, pero su hija María Teresa convirtió el palacio en una residencia veraniega de los Habsburgo y que conservó hasta el final de la monarquía en 1918.
El color amarillo fue característico de la fachada de los edificios de la monarquía habsburga.En sus jardines espectaculares se encuentran ruinas romanas, la Casa de las Palmeras y una Glorieta desde donde se divisan unas vistas espectaculares de todo el conjunto palaciego.
En este palacio pasaba grandes estancias Sissi, entrando por el gran jardín veréis el Palacio que se alza colosal ante vosotros, una vez andado los metros llegamos a la entrada, encontraremos la compra del ticket de acceso, los precios van desde 20 euros, dependiendo que se quiera visitar.Una vez adquirido el boleto, nos adentramos por las cuadras del edificio y accediendo por una escalera llegamos a las estancias reales, sencillamente es espectacular ver la decoración y los muebles de la época, camas, estufas, cortinas y estancias, como las habitaciones, baños, despachos, entre otras, verdaderamente maravilloso ver con que delicadeza vivían en la época.La afluencia de turistas es bastante elevada, aunque no molesta demasiado, ya que la ruta por dentro del palacio está bien organizada, no se pueden tomar fotografías ni imágenes con videocámara, aunque alguna que otra con discreción se pueden hacer.
Una vez visitado el palacio por dentro, es muy recomendable dar un paseo por el gran jardín que se encuentra en la parte trasera, es enorme y encontraréis unas panorámicas espectaculares, muy bien cuidado y no cuesta nada imaginar como Sissi daba grandes paseos entre fuentes, estatuas y bellas flores.El lugar merece una visita con tranquilidad, para poder disfrutar de todo lo que ofrece, os recomendamos que dediquéis mediodía.










ÓPERA DE VIENA

Una de las maravillas de esta ciudad y que hace honor a los famosos compositores, es sin duda esta joya ubicada en el centro de la ciudad.La Ópera de Viena es una de las compañías más importantes a nivel mundial, hasta 1920 se le denominó Teatro de la Ópera de la Corte Imperial y Real de Viena.Sin duda es el centro neurálgico de la vida musical de esta bonita ciudad, también y gracias a su música conocida a nivel mundial.La inauguración se produjo el 25 de Mayo de 1869, el aforo del teatro es de 2.284 personas, el edificio es de estilo neorrenacentista y en un principio no gustó nada a los ciudadanos que mostraron su total desacuerdo.El interior está decorado con frescos de Moritz Von Schwind y el día de su inauguración se estrenó una ópera de Mozart, Don Giovanni.
Como casi todos los edificios de la época, no se libró de sufrir los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y también sufrió un incendio que devastó la sala de espectadores y el escenario.Los colores que predominan en su interior son el rojo, oro y marfil.La sala está recubierta de madera con el fin de disponer de una acústica excepcional.Evidentemente se han ido actualizando según han ido avanzando las nuevas tecnologías, el suministro eléctrico, la calefacción, el sistema contra incendios, entre otras cosas, además de mejoras en el escenario.
En la sexta planta se encuentra la sala del órgano de 2500 tubos, el mayor del mundo dentro de un teatro de ópera, y el sonido se trasmite directamente a la sala de espectadores.Sinceramente este  edificio rebosa cultura, grandes obras e ilustres cantantes de la ópera han dado fantásticos espectáculos.Llegar es relativamente fácil, ya que al otro lado de la calle, se encuentra una parada de bus y de metro.Después de la espectacular visita a esta joya que mantiene todo su esplendor, nos dimos un agradable paseo por los alrededores.









AYUNTAMIENTO DE VIENA

El Ayuntamiento de Viena es de estilo neogótico, fue construido entre 1872 y 1883.En lo alto de la torre se encuentra el Rathausmann, es una escultura que se ha convertido en el símbolo de la ciudad, esta escultura tiene una altura de tres metros y medio y es de color dorado.Justo en frente del edificio hay un parque llamado de la misma forma que la escultura.Se puede acceder en metro ya que dispone de su propia parada, verdaderamente es espectacular y la zona junto con el parque dan una gran vida social a la ciudad, en nuestra visita y al pie del ayuntamiento, se encontraba una gran pista de patinaje sobre hielo que estaba repleta de gente, justo al otro lado gran variedad de puestos, graciosamente adornados dónde se podían adquirir comida típica del lugar o también estaba la opción de comer allí, ya que algunos puestos lo cocinaban y ofrecían en una pequeña terraza para poder sentarse.No dejéis de rodear el gran edificio del ayuntamiento para poder disfrutar de todos los detalles y también pasear por la zona, os invitará a descubrir otras maravillas.






TEATRO BURG

El Burgthater originalmente llamado K.K. Hofburgtheater, es el teatro nacional de la ciudad de Viena y uno de los más importantes del mundo en idioma alemán.Fue inaugurado en 1741 y es conocido entre los locales como Die Burg, se encuentra en el parque que hay justo delante del ayuntamiento y que sin dudarlo merece una visita.Fue fundado por la Emperatriz María Teresa I de Austria, ya que de esta forma lo tendría cerca de su palacio.En este lugar tan simbólico se estrenaron tres óperas de Mozart.Tristemente tampoco se libró de los bombardeos y de un devastador incendio, una vez reconstruido volvió a recuperar todo su esplendor, os recomendamos que sigáis paseando por la zona ya que no decepciona y descubriréis edificios bellísimos.






JARDÍN DE ROSAS VOLKSGARTEN

Aunque nosotros no pudimos disfrutar del esplendor de este jardín, ya que nuestra visita a la ciudad de Viena fue en invierno, sin duda por la magnitud del lugar, en primavera aparte de romántico, tiene que ser espectacular y por supuesto queda pendiente en nuestra maleta de viaje, una segunda visita a esta fantástica ciudad en primavera.El jardín es una extensión de nueve hectáreas y aparte de ser una rosaleda es jardín botánico.Se puede llegar fácilmente en metro, el jardín se ubica en el lugar donde se encontraba la primera línea de fortaleza.En su día este recinto era de origen privado y pertenecía a los archiduques, el 1 de Marzo de 1823 se inauguró oficialmente como jardín público.
Dentro de los jardines se construyó una fuente de estilo renacentista.A lo largo de su historia se ha reestructurado varias veces la zona de paseo, en el año 2000 el parque cumplió los ochenta años de antigüedad.En el hay varios edificios que merecen una mención, como el Templo de Teseo y varios monumentos como uno al poeta Grillparzer, escultura en mármol y columnas de granito.En un rinconcito de este maravilloso jardín y casi escondida, a pesar de la gran fama que le da a la ciudad de Viena, se encuentra la escultura de Kaiserin Elisabeth es decir Isabel de Baviera (Sissi), a nosotros nos hizo mucha ilusión ya que habíamos visitado su palacio y conocido su historia.La rosaleda del parque alberga unas 4000 variedades y todas ellas tienen una placa donde se escribe quien y cuando la plantó.Sin duda este jardín requiere un poco de tiempo para poder disfrutar de todo lo que alberga en su interior.



PARLAMENTO DE VIENA

Al lado del ayuntamiento se encuentra El Parlamento de Viena, cerca está el Palacio Hofburg y el Palacio de Justicia. Este edificio se construyó para albergar las dos cámaras del Consejo Imperial del imperio austrohúngaro.La primera piedra se colocó en 1874 y se terminó en 1883.El edificio tiene una superficie de 13.500 metros cuadrados, posee más de cien habitaciones.Dentro del edificio aparte de las Cámaras del consejo, también dispone de biblioteca, bares y gimnasio.
Una de las cosas que os llamará la atención es la fuente de Pallas Athena, que se encuentra justo frente a la entrada principal, también hay una estatua dedicada al la misma diosa.Se puede visitar pero nosotros lo tuvimos que ver desde fuera, ya que acudimos al lugar por la tarde y se encontraba cerrado, pero desde el exterior se puede apreciar la curiosidad de este edificio, que centrándose en sus detalles da la sensación de que podrías encontrarte en Grecia y no en Viena.





IGLESIA DE SAN PEDRO

Esta maravilla de estilo barroco que se encuentra entre edificios, fue transferida a los sacerdotes del Opus Dei en 1970 por el arzobispo de Viena.Antes hubo una primera iglesia de la cual no se conserva nada y se especula de que podría haber sido la iglesia más antigua de la ciudad, aunque hay datos de que podría a ver sido construida en la Alta Edad Media.
La iglesia actual de San Pedro empezó entorno al año 1701 y se inspiró en la Basílica de San Pedro de Roma.Fue la primera iglesia con cúpula barroca de Viena.En la parte interior y a pesar de lo compacto que es el exterior, dispone de gran espacio, estucada en color dorado, es la iglesia barroca más importante de la ciudad.Nosotros descubrimos esta belleza paseando por las calles de Viena y se nos presentó ante nosotros casi por casualidad, ya que se encuentra rodeada de edificios.
Muy cerca de la iglesia se encuentra la zona peatonal.




FUENTE DONNERBRUNNEN

Paseando por la bella ciudad de Viena se encuentran tesoros, como la Fuente de Donnerbrunnen, aunque la ciudad tiene 980 fuentes de agua potable y 55 fuentes monumentales, esta figura entre las más destacables.
La maravillosa fuente la encontramos por casualidad, mientras caminábamos hacia la zona peatonal para disfrutar de un café en alguno de los maravillosos locales que hay en la zona.





COLUMNA DE LA PESTE

Esta fuente es algo difícil de entender a no ser que se conozca la historia que le precede.En 1679 hubo una gran pandemia de la peste, el Emperador Leopoldo I huyó de la ciudad de Viena jurando que levantaría una columna votiva si la epidemia acababa, cuando la peste pasó se empezó a construir una columna provisional de madera, que sería dedicada a la Santísima Trinidad.La columna debería de tener nueve ángeles en representación de los nueve coros.El monumento barroco es uno de los más conocidos del patrimonio de la ciudad.Fueron varios arquitectos los que trabajaron en ella, dándole cada uno un estilo diferente, hasta que finalmente se consiguió que fuera bastante homogéneo.
Bajo la figura de la Trinidad se encuentran varios ángeles, terminando con la escultura del Emperador  Leopoldo I arrodillado.Debido a estos contratiempos con los escultores, la obra se alargó en el tiempo, es decir, se empezó a construir en 1683 y se terminaría en 1693, siendo inaugurada finalmente.
Es de estilo barroco y tiene fuertes mezclas de estilo vienés.La encontraréis rápido si vais paseando por las calles peatonales, alrededor de la fuente hay varios cafés y restaurantes con bonitas terrazas.A nosotros nos pareció un poco recargada de esculturas, difíciles de entender por la forma en la que está construida, pero desde luego no desentona nada y se integra muy bien en el contexto de la ciudad.




LA NORIA DE VIENA

Esta bonita noria se encuentra dentro de un parque de atracciones llamado el Prater, fue construida bajo el reinado de Francisco José de Austria para celebrar su quincuagésimo aniversario en 1897.La altura es de 61 metros, y hoy en día es una de las tantas cosas que no os podéis perder en la visita a la ciudad.En un principio tenía 30 góndolas y después de los daños ocasionados por la Segunda Guerra Mundial solo recolocaron 15, estuvo considerada la noria más alta en el mundo desde los años veinte hasta 1985.El sitio es muy divertido y la noria sin duda es el atractivo principal, nunca habíamos visto unas góndolas tan peculiares y hoy en día ofrecen la posibilidad de pasar una estancia en una de ellas.






DE COMPRAS

Graben es como se le conoce a la zona de compras más importante de la ciudad, la historia de esta calle se remonta al antiguo campamento romano de Vindobona.La muralla de este asentamiento se extendía a lo largo de los actuales Graben y Naglergasse, antes de la muralla se dispuso un foso.A finales del siglo XII, la ciudad fue ampliada por los Duques de Babenberg, entonces el foso fue rellenado y nivelado, de esta forma se convirtió así en una de las primeras calles residenciales de la ciudad.En aquel entonces la casas que allí se encontraban eran de madera, hasta que se desató un incendio que arrasó la zona, poco a poco se empezaron a construir casas en ambos extremos de  Graben, donde los trabajadores del metal construyeron sus talleres, dando paso a otros artesanos como herreros.De esta manera fueron acondicionando la zona, hasta que finalmente varios dignatarios de la rica burguesía asentaron sus lujosas viviendas, empezaron a celebrarse varia festividades y demostraciones públicas en homenaje a la dinastía gobernante, estos hechos llevaron a los residentes a reconstruir y engalanar sus fachadas.En el siglo XVIII el uso de Graben como mercado se suprimió, expulsando así a los vendedores de la zona, en 1772 se trasladó el mercado de Navidad y Graben se convirtió en la calle más elegante y elitista.Seguidamente, el siglo XIX, llevó a esta calle las tiendas más lujosas, se demolieron casas para adecuar más la nueva zona comercial, finalmente fueron distribuyendo el tráfico de formas distintas, ya que la calle se había convertido en algo transitada y ruidosa.El 22 de Noviembre de 1974 Graben se convirtió en la primera zona peatonal de Viena.Sin duda es una calle donde destacan la importancia histórica de algunos edificios y fuentes, hoy en día está llena de gente y aún se ubican en ella las grandes tiendas de prestigio.Si tuviéramos que definir Graben, diríamos que tiene tanto que ofrecer que hay que dedicarle tiempo, primero para descubrir su maravillosa arquitectura y después para disfrutar de sus tienda, bares, restaurantes y deliciosos cafés.



GRINZING, EL BARRIO DEL VINO

Este lugar encantador y típico se ubica en el distrito 19 de la ciudad de Viena, que fue independiente hasta 1892.Famosa por sus Heuriger que deriva del "Heurig" que significa "del mismo año", son tabernas tradicionales donde se puede comer, en nuestro caso fue cenar y degustar el vino vienés que ellos mismos cultivan y procesan.
En nuestra visita no pensamos que nos gustaría tanto, nada más llegar entramos dentro de una de estas típicas tabernas de planta baja, muy bien acondicionadas como restaurante, con sus mesas y sillas de madera donde poder degustar la deliciosa comida que elaboran, decoradas con accesorios típicos de labor del campo.Nuestra cena fue amenizada con música típica del lugar, tocada por un grupo de señores, que hicieron que la velada fuera inolvidable, evidentemente agradecen una propina de los comensales.Después de la cena dedicamos un rato a explorar el exterior del local, el cual parece sacado de los típicos cuentos para niños, de hecho este barrio es considerado como el escape de la gran ciudad para disfrutar de animadas veladas y olvidarse del estrés.El nombre del barrio procede de la colina donde se encuentra, los orígenes del pueblo se remontan a el siglo XI, cuando fue fundado por la familia Grunzing con el nombre de Ginzigan y de ahí la modificación del nombre actual, que significa "persona que pertenece a un hombre llamado Grinzo".Los productores vinícolas y jornaleros que allí se asentaron, surtían de vino y otros productos a los burgueses adinerados de Viena.Algo que destacar de los verdaderos heuriger del lugar, es a diferencia de otros locales y restaurantes, que sólo pueden abrir en una época determinada del año y solo pueden vender su propio vino acompañado por un buffet de platos fríos o calientes, esto lo indicaban colgando en la puerta una frondosa rama de pino, pero no os preocupéis, que hoy en día la gran mayoría mantienen sus puertas abiertas, ya que se han adaptado a lo tiempos.





DONDE COMER

Wienerwald, este restaurante ofrece comida en el local, para llevar y también hace entrega a domicilio, disponen de menú de almuerzo desde las 11:00 am a 1:30 pm por 7.90 euros.La variedad gastronómica que ofrece es bastante básica pero se come bien, en su carta encontraréis pollo frito, filete hervido, gulash entre otros y también comida vegetariana.Disponen de varios locales en la ciudad, al que fuimos nosotros es el que se encuentra en el centro y forma parte de la zona peatonal donde se ubican la gran mayoría de comercios, calle Goldschmiedgasse 6.El restaurante está limpio y tiene una decoración muy actual, dándole un ambiente bastante juvenil, el servicio es correcto, no hay que olvidar que son restaurantes económicos y básicamente son para salir del paso cuando te encuentras callejeando, nosotros comimos bien y quedamos satisfechos.El menú fue de pollo con patatas, bebida, postre y café.
Al sarago, este restaurante nosotros lo utilizamos para cenar, ya que lo teníamos al lado del hotel donde nos hospedábamos, se ubica en la calle Landstraber Hauptstrasse 117, es una pizzeria/ristorante que se caracteriza por productos italianos originales.Ambientado con muebles clásicos y luz tenue que roza la penumbra pero que le da un ambiente confortable y relajado, está bastante bien adecuado al estilo italiano y eso también se hace notar en la música ambiente, que por supuesto es de Italia.La buena distribución de las mesas hace que los comensales queden bastante bien acogidos y eso haga una cena convivial, dispone de terraza exterior en ambos lados, ya que el restaurante hace esquina.Entre los varios platos que pedimos se encuentra la sopa de mejillones, mini hamburguesas con guarnición y pastel de limón, como restaurante italiano también se pueden degustar pizzas y pastas.
Aïda Café konditorei, las cafeteías Aïda son muy famosas en la ciudad de Viena, es una cadena especializada en cafés y pastelitos.Las camareras llevan camisa y falda rosa, el rosa es muy usado también en la decoración de los locales, eso le da un estilo muy diferente.Nosotros entramos en una de ellas cuando estuvimos en la zona comercial, el café está muy rico y tomamos una porción de la típica tarta Sacher, que por cierto estaba deliciosa y era la que más le gustaba a Sissi, tanto que la hizo famosa, aparte disponen de porciones de pasteles de todo tipo, incluso con forma de corazón.El local estaba bastante lleno, encontramos mesa por casualidad, la atención por parte del personal es rápida y amable, os las recomendamos y no os preocupéis, encontraréis un Café Aïda casi en cada esquina de la ciudad de Viena.







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